PUNTO FINAL

En ansiedad le sobrevive el trágico destino. Sin luz se queda, ciego de tristeza; en apatía matinal. No puede percibir ni el maullido de los pájaros, y es que los pájaros jamás pudieron maullar en su ventana porque ellos no maúllan, ellos cantan. Pero quienes si lo visitan cada dia; son las serpientes, que funestas se presentan para llenar con su veneno cada pensamiento, cada deseo, cada proyecto. Todo es negro, hasta la sensación al respirar se manifiesta pestilente, ese hombre carga la pesadez de quién no quiere más nada que quedarse a morir en su desdicha, desmembrado su cuerpo sin ganas de volar, con el ánimo vencido ante la adversidad que le astilla despiadadamente la sonrisa y le corta en pedazos el alma. Es tanta su aflicción, que no cabría su aciaga vida en todo un libro de amargas experiencias escrito. Ya no puede más, se arrastra cuesta abajo, al pozo más profundo de la tierra, ahí, en donde ni los gusanos más ínfimos e insignificantes se encuentran. Con las muñecas partidas por la daga amistosa, se desangra en mortíferas sensaciones al abandonar el cuerpo. Sus ojos rotos nunca disfrutaron de la voz de las virtudes, se mantuvieron sigilosos esperando con terror que su cuerpo sufriera en el proceso al achicarse mas pequeño aún que este punto final que ahora escribo. G©D2010